Liderazgo cívico

El camino hacia la equidad es largo: lo conseguiremos paso a paso

La Iniciativa de Liderazgo para la Equidad de la Fundación obtiene buenos resultados en su año inaugural

Los resultados están ahí: La Iniciativa de Liderazgo para la Equidad (ELI) de la Fundación Rhode Island ha superado las expectativas. ¿Cómo se mide el progreso de una iniciativa con objetivos tan ambiciosos e intangibles como la ELI? En pocas palabras: persona a persona.

El objetivo del ELI es cultivar, orientar y facilitar el acceso a personas que se identifican como negras, hispanas o latinas, indígenas, asiáticas y multirraciales de todos los sectores para crear una cantera de líderes de color en puestos de influencia en Rhode Island.

Para lograrlo, un grupo de líderes emergentes se reúne mensualmente durante un año, con personal disponible para consultas entre reuniones. Formadores y presentadores ayudan a los miembros en su desarrollo y, si lo solicitan, se invita a los líderes a compartir su trabajo y participar en debates críticos para establecer formas de trabajo más equitativas. Los participantes también cuentan con entrenadores para reforzar y elaborar estrategias para su crecimiento personal.

Por ejemplo, en su sesión de noviembre de 2022, la cohorte se mostró vulnerable y solidaria mientras la formadora y profesora asociada Phitsamay Uy les guiaba a través de un ejercicio de desarrollo de la identidad intercultural.

"Este trabajo es duro", dijo Uy. "La vida es dura. Así que cuando estás ocupando un espacio, o creando un espacio, tienes que tener en cuenta que esto forma parte de nuestras vidas en Estados Unidos. ¿Por qué te sorprende que hable inglés tan bien? Incluso como personas de color, no podemos dar por sentado que compartimos la misma experiencia. ¿Cómo debemos actuar juntos? ¿Cómo nos vemos los unos a los otros?"

Juntos, desarrollaron y acordaron un compromiso de rendición de cuentas sobre las normas comunitarias que debían cumplir unos y otros. Las normas incluían: asumir una intención positiva, escuchar para comprender más que para responder, e inclinarse hacia el conflicto para aprender.

Ésta es sólo una pieza de un rompecabezas que ha demostrado ser muy eficaz.

Seis de los miembros de la primera cohorte fueron reconocidos con premios y distinciones; seis recibieron ascensos dentro de sus organizaciones; ocho han aceptado nuevas ofertas de trabajo o han creado nuevas empresas. Estos logros son pasos inestimables hacia un panorama profesional más diverso y equitativo. Este primer año nos ha enseñado que si se proporciona intencionadamente el apoyo, la red y los recursos necesarios para que los líderes prosperen, el cambio se produce. La equidad no se produce porque sí; todos debemos trabajar activamente para crearla.

El tiempo lo dirá, pues la segunda cohorte ya está en marcha.

"Hablamos con acción", afirmó Neil Steinberg, Presidente y Consejero Delegado. "El dinero forma parte de ello, siempre es así, pero tenemos una influencia sin parangón en distintos ámbitos, y queremos utilizarla"

Cómo aprovechar la influencia de la Fundación es un tema de debate recurrente a lo largo del año. Como directora ejecutiva del programa, les aconsejé que se comprometieran plenamente con su viaje y fueran egoístas centrándose en su desarrollo personal. A lo largo del año, los formadores retaron a los participantes a trastocar los sistemas actuales y eliminar barreras, a equilibrar la vulnerabilidad con la movilidad ascendente y a tratar el autocuidado como una necesidad y no como una opción.

Fue un lugar seguro para que hablaran de cuestiones comunes a los líderes de color y de cómo afrontar, combatir o eliminar los obstáculos, trampas, estrés y traumas a los que a veces se enfrentan a diario en espacios predominantemente blancos. La primera cohorte aprendió, entre otras herramientas, la eficacia de tener una marca personal, las ocho reglas de las líneas de retorno raciales saludables, cómo negociar con una estrategia de discurso de "menos es más", y las cinco D de la intervención del espectador.

Esa cohorte mira ahora a las cohortes futuras como familia.

"Es una oportunidad única", dijo Rosedelma Seraphin, subdirectora de la Oficina de Diversidad y Asuntos Multiculturales de la Facultad de Medicina Warren Alpert de la Universidad Brown, mientras la primera promoción recopilaba consejos para la segunda. "Absorban todo lo que puedan, hagan preguntas y prepárense para crecer. Rápidamente te darás cuenta del valor de tu cohorte y de la magia liberadora de mantener un espacio para y con estas personas... Eres digno de esta experiencia, y más aún, no pongas limitaciones a lo que puedes tener."

"La Fundación nos levantó y nos promovió cada oportunidad que pudo", reflexionó Ana Barraza, miembro de la primera cohorte y directora interina de diversidad y divulgación de la Facultad de Derecho de la Universidad Roger Williams. "También tengo que aplaudir a mi grupo de cohorte. Hicimos mucho por apoyarnos y promocionarnos mutuamente, levantándonos constantemente unos a otros sin competir por la atención y el espacio. La subida de la marea levanta todos los barcos"

El ELI es un programa fundamental de la inversión de 8,5 millones de dólares de la Fundación en 2021 -más allá de la financiación anual existente- para abordar la equidad racial, la diversidad y la inclusión. La Fundación reafirmó su compromiso con el ELI en la graduación de la primera promoción, cuando Neil Steinberg anunció un compromiso de 2 millones de dólares para dotar al programa y consolidar su permanencia.