
Donantes cívicos
Fondo de Becas Laurie H. Gouveia
Cuando Judith Higgins, CPA, estableció el Fondo de Becas Laurie H. Gouveia en la Fundación Rhode Island, creó algo más que una beca: se aseguró de que el nombre y el legado de su amiga fueran recordados a través del apoyo a las jóvenes que se dedican a la contabilidad.
Tras licenciarse en la Universidad Bryant, Judy abrió su propio despacho de contabilidad en 1990, donde conoció a Laurie Gouveia, una joven contable, a través de uno de los clientes de la empresa. "Laurie era tan eficiente, tan dulce", recuerda Judy. "Tuve la oportunidad de contratarla" Su relación profesional pronto floreció en amistad, y Laurie acabó lanzando su propio y próspero servicio de contabilidad.
Trágicamente, Laurie falleció de forma inesperada en agosto de 2001, dejando atrás a su marido y a su joven familia. En pocos meses, Judy y su amiga Kathy Messenger canalizaron su dolor en acción, trabajando con los amigos y familiares de Laurie, que generosamente contribuyeron con fondos para una beca en su memoria para estudiantes del Shea High School de Pawtucket, donde Laurie se graduó en 1977.
Durante más de dos décadas, la beca de Laurie ha apoyado a las estudiantes que cursan estudios superiores de contabilidad. Judy trabajó estrechamente con el departamento de orientación de Shea High School durante muchos años, concediendo miles de dólares a aspirantes a contables, creando oportunidades que habrían enorgullecido a Laurie.
Recientemente, Judy conoció la Fundación Rhode Island a través de un orientador del instituto Shea que estaba familiarizado con otras becas gestionadas por la Fundación, y se sintió especialmente atraída por el accesible punto de entrada para establecer un fondo de becas designado. Mientras Judy contempla la posibilidad de reducir su propia práctica contable para prepararse para la jubilación, ha confiado la administración de la beca a la Fundación, asegurándose de que el legado de Laurie seguirá creciendo, inspirando y apoyando a los jóvenes contables en las generaciones venideras.
"Al principio pensé que no tendríamos lo suficiente para poner en marcha el fondo, pero el punto de entrada tan bajo era tan accesible", explica Judy. "Esto me permitió establecer el fondo de becas en nombre de Laurie, y me alegro de que su nombre siga vivo"