El Fondo para un Rhode Island Saludable (FHRI) se creó en febrero de 2008 cuando Blue Cross Blue Shield of Rhode Island contribuyó con 20 millones de dólares para crear una dotación permanente en la Fundación Rhode Island para apoyar "proyectos diseñados para tener el mayor impacto en la prestación de servicios sanitarios asequibles y de calidad en Rhode Island"

Con la aportación de las principales partes interesadas, el aumento del acceso, la utilización y la calidad de la atención primaria fue el objetivo seleccionado para los ciclos de subvenciones de la FHRI de 2009, 2012 y 2015. Este enfoque estaba en consonancia con el énfasis contemporáneo, y continuo, de la Fundación en el apoyo a la atención primaria como componente central de su estrategia para mejorar los resultados sanitarios de los habitantes de Rhode Island.

Dada la creciente concienciación sobre el papel que desempeñan los factores externos al entorno clínico en la consecución de mejores resultados sanitarios y la reducción de las disparidades sanitarias, el enfoque del ciclo de subvenciones FHRI de 2018 pasó de la atención primaria al apoyo de colaboraciones basadas en el lugar que abordan las disparidades sanitarias y mejoran la salud de la población en las comunidades de Rhode Island.

Enfoque actual

Desde principios de 2019, la Fundación ha convocado y dirigido un comité de planificación sanitaria a largo plazo, formado por un grupo de expertos locales en salud y en el sector sanitario, que han colaborado para establecer y mantener un plan a 10 años para mejorar la salud en Rhode Island: la visión de Health in RhodeIsland. Los miembros del comité han tratado de identificar las necesidades más acuciantes y comprometerse con la coordinación a nivel estatal y la toma de decisiones institucionales que abordarán esas necesidades a largo plazo.

La visión de la Salud en Rhode Island incluye cuatro prioridades principales:

• Proporcionar la atención más adecuada a las personas en el entorno más apropiado.
• Centrarse en las causas profundas e invertir en vivienda asequible, seguridad alimentaria y transporte para abordar las desigualdades subyacentes y los factores que influyen en las disparidades sanitarias.
• Mejorar los resultados de la salud conductual centrándose en el acceso a la atención, la coordinación de la atención y la prevención.
• Reducir el gasto superfluo para redirigir esos recursos a los determinantes sociales y mejorar la asequibilidad.

Este plan a largo plazo también refleja una realidad importante que se refleja en los cambios anteriores en el enfoque de las oportunidades de financiación FHRI: que la mejora del sistema de salud de nuestro estado es vital, pero que también debemos centrarnos en aumentar la inversión en los Determinantes Sociales de la Salud y las asociaciones intersectoriales si queremos tener éxito en la lucha contra las disparidades raciales y étnicas significativas que vemos a través de muchos de los resultados de salud de nuestro estado.

Para ayudar a reforzar y lograr estas prioridades, la Fundación está emitiendo dos RFP FHRI como parte de este ciclo del programa. La primera se publicó en 2021 y se centró en responder a las necesidades de salud conductual de la comunidad. Esta segunda RFP del FHRI se centra en el apoyo al personal del sector sanitario, tanto dentro como fuera del sistema tradicional de prestación de asistencia sanitaria. Apoyar al personal del sector sanitario es una prioridad central del comité de Planificación Sanitaria a Largo Plazo, así como el enfoque en un proceso de planificación del personal sanitario público-privado en curso, convocado conjuntamente por la Oficina Ejecutiva de Salud y Servicios Humanos, el Departamento de Trabajo y Formación, y la Oficina del Comisionado Postsecundario, de la que la Fundación es un socio activo.

En los últimos años se han puesto de manifiesto los problemas y la escasez de personal sanitario a largo plazo en diversos entornos asistenciales, tanto clínicos como comunitarios, que se han visto revelados y acelerados por los efectos de la pandemia COVID-19. Para crear y mantener un personal que pueda proporcionar cuidados y servicios de alta calidad a los habitantes de Rhode Island es necesario abordar una serie de cuestiones interrelacionadas. Una de estas cuestiones es garantizar que el personal del sector sanitario refleje mejor las comunidades a las que sirve.

Existe una mayor concienciación de que la creación de un entorno de trato culturalmente relevante y adecuado reduce un obstáculo importante para la prestación equitativa de servicios sanitarios, y pruebas de una mayor eficacia, experiencia y retención de la atención cuando los pacientes comparten una identidad racial y/o cultural con sus proveedores de atención. Una mano de obra con experiencia vital relevante es una pieza fundamental para ofrecer una atención culturalmente competente y de alta calidad. Sin embargo, a menudo hay una desconexión entre la demografía de los proveedores de salud y la población atendida en Rhode Island. Mientras que algunas ocupaciones de atención directa de nivel inicial tienen una concentración de empleados diversos, la mayoría de las ocupaciones no son suficientemente representativas de la comunidad en general. La necesidad de desarrollar y mantener una fuerza laboral diversa que pueda mejorar la calidad, el acceso y los resultados de la salud, y promover la equidad en la salud, es de suma importancia debido a que las disparidades raciales y étnicas existentes en los resultados de salud se han visto agravadas por el impacto desigual de la pandemia del COVID-19. Existen diversos obstáculos para desarrollar una fuerza laboral diversa.

La creación de un personal sanitario más representativo tropieza con una serie de obstáculos, como animar y apoyar a más estudiantes de diversos orígenes para que se interesen y reciban apoyo para incorporarse al mercado laboral, garantizar que los programas de grado y posgrado atraigan y retengan a estudiantes de diversos orígenes, apoyar iniciativas sólidas de atracción de empleados, incluidos programas específicos de reembolso de préstamos, y garantizar una remuneración competitiva.

Además de todo esto, es necesario prestar más atención y dedicar más recursos a la retención de los trabajadores. Hay pruebas claras de que la retención ahorra dinero, mejora los entornos de trabajo y la cultura, y mejora la productividad y la calidad de la atención al paciente. Vital por derecho propio, centrarse en mejorar la retención también se asocia con una mejora de la atracción. Esto no sólo se debe a que los empleadores que cuentan con los apoyos y programas necesarios resultan más atractivos para los posibles empleados, sino también a que las personas están más interesadas en trabajar en organizaciones (y sectores) en los que ven una mano de obra que les refleja.

A los efectos de esta RFP, la Fundación acepta propuestas para retener a un personal sanitario diverso desde el punto de vista racial, cultural, étnico y lingüístico.

La Fundación reconoce que este momento es de gran vulnerabilidad para los proveedores de servicios sanitarios y las organizaciones sin ánimo de lucro en todos los entornos de prestación de servicios. También reconocemos que existen factores estructurales para aumentar la retención que van más allá del alcance de un programa de subvenciones único (por ejemplo, las tasas de reembolso).

Para solicitar

Haga clic aquí para presentar su candidatura. Las solicitudes deben recibirse antes del 4 de noviembre de 2022 a las 17:00.

Notificaciones

Las decisiones se notificarán en febrero de 2023.