Donantes cívicos

Inspirar a la próxima generación para que retribuya

Susan y James Kennedy comparten su espíritu filantrópico con la próxima generación invirtiendo en la Fundación.

"(2020) parecía un año importante para ser generosos", explica Susan Matthews, destacando especialmente el impacto que COVID-19 ha tenido en el estado, sus organizaciones sin ánimo de lucro y la gente de aquí. "El verano pasado, COVID puso a la Fundación en el primer plano de mi pensamiento", continúa.

Susie y su marido, James Kennedy, actuaron en consecuencia, contribuyendo primero al Fondo de Respuesta a COVID-19 de la Fundación, después al Fondo de Liderazgo Cívico y, por último, a la creación de este fondo asesorado por donantes.

Susie, que creció en Stonington (Connecticut) y Nueva York, llegó a Rhode Island como estudiante de la Universidad Brown. Allí obtuvo una licenciatura en artes visuales, a la que siguieron dos másteres en la Escuela de Diseño de Rhode Island, uno en arte de la enseñanza y otro en cerámica.

En la actualidad, trabaja principalmente en cerámica y textil, y dice simplemente: "Hago cosas que quiero que existan en el mundo y que quiero compartir con otras personas" Ha expuesto en galerías de Rhode Island, Massachusetts y Nueva York.

James, natural de Rhode Island, se graduó en el instituto de Cumberland antes de estudiar construcción naval en Maine. Es un oficio que continúa en la actualidad, junto con la carpintería.

Los dos hijos de la pareja, Jane y Peter, son, según Susie, una de las razones por las que decidieron crear este fondo. "Queremos que empiecen a retribuir a la comunidad", explica.

En la actualidad, la familia colabora con numerosas organizaciones sin ánimo de lucro cerca de su casa en Jamestown. Además de apoyar al Martin Luther King Center, el Rhode Island Community Food Bank y Save The Bay, entre otros, Susie ha formado parte de los consejos de la Conanicut Island Sailing Foundation, la Jamestown Education Foundation y el Jamestown Arts Center.

"La Fundación Rhode Island ha estado omnipresente desde que empecé a trabajar con organizaciones sin ánimo de lucro en Rhode Island. Me impresionó cómo la Fundación dio un paso al frente al principio de la pandemia y fue capaz de hacer algo rápidamente. Eso me atrajo mucho y me llevó a actuar de una forma que no había hecho antes", concluye Susan.