
Donantes cívicos
Familia Fiorenzano Fondo Save the Bay
Para JoEllen y Arthur Fiorenzano, proteger la bahía de Narragansett no es sólo una causa medioambiental: es una misión familiar. Como propietarios de Fashion Accessories First (FAF), una empresa de accesorios de moda de Greenville, Rhode Island, que celebra su 50 aniversario, han experimentado de primera mano cómo el éxito empresarial y la responsabilidad medioambiental van de la mano.
"A lo largo de los años, nuestra familia ha pasado innumerables horas en la bahía de Narragansett y sus alrededores, navegando, nadando, pescando y simplemente disfrutando de todo lo que la bahía ofrece", comparte JoEllen, reflexionando sobre su profunda conexión con uno de los recursos naturales más bellos de Rhode Island. Esta relación personal con la bahía de Narragansett llevó a los Fiorenzano a crear el primer fondo destinado a Save The Bay.
El momento es especialmente significativo. Cuando FAF empezó a fabricar sus productos en 1975, vivía una época crucial para la protección del medio ambiente. La Agencia de Protección del Medio Ambiente acababa de crearse en 1970, el mismo año en que Save The Bay inició su misión de proteger y mejorar la bahía de Narragansett. "Aprendimos mucho sobre el medio ambiente trabajando con la EPA", señala Arthur, describiendo cómo la conciencia medioambiental se integró en sus prácticas empresariales desde el principio. Hoy siguen colaborando estrechamente con sus proveedores y clientes para reducir su impacto ambiental y promover prácticas sostenibles.
JoEllen y Arthur crearon este fondo designado para garantizar un apoyo constante y automático a la visión de Save The Bay de una bahía de Narragansett totalmente apta para nadar, pescar y saludable, accesible a todos. El compromiso filantrópico de los Fiorenzano va más allá de sus donaciones personales. Han cultivado una cultura de donación en FAF, animando a sus empleados a participar en el apoyo a la comunidad.
"La ventaja de un fondo designado es que continuará a perpetuidad, teniendo un impacto mucho después de que nos hayamos ido", explica Arthur. Antes de crear el fondo, la pareja se reunió con Save The Bay para conocer sus necesidades. Este enfoque reflexivo de las donaciones caracteriza su relación con la Fundación, que comenzó en 2008 con su primer fondo asesorado por donantes.
"Si tienes organizaciones a las que apoyas regularmente, un fondo designado es una forma estupenda de donar: proporciona un apoyo constante donde más se necesita", explica JoEllen. "Ha sido un gran enfoque para nosotros. Dar es una parte importante de nuestros valores fundamentales; forma parte integral tanto de nuestras vidas como de nuestro negocio."
JoEllen y Arthur también esperan animar a otros a apoyar la crucial misión de Save The Bay. Su fondo pionero es un ejemplo inspirador de cómo los líderes empresariales locales pueden crear un impacto positivo duradero, combinando la pasión por la protección del medio ambiente con la innovación filantrópica para preservar el patrimonio natural de Rhode Island en los años venideros.