Asesores profesionales
Madre e hija se unen para ofrecer asesoramiento sobre planificación patrimonial y mucho más
"Hoy en día la gente está más sensibilizada con las donaciones caritativas, pero hay que abordarlo con delicadeza y atención" - Gayle Tarzwell
La abogacía, según Gayle Tarzwell, "está en nuestro ADN" Tarzwell & Trubiano Law, LLC, es un pequeño bufete familiar situado en Wakefield. Está formado por Gayle, su hija Amanda y el marido de Amanda, Antonio Trubiano. El marido de Gayle, Tom, se jubiló recientemente del bufete.
Gayle explica: "Mi padre (el difunto Honorable Domenic A. DiSandro, Jr.) fue abogado en Narragansett durante más de 40 años. Él y mi madre me sirvieron de modelo para conciliar el trabajo con la familia"
Gayle se licenció en la Universidad de Rhode Island, cursó un máster en fiscalidad en la Universidad Bryant y se doctoró en Derecho en la Universidad de Richmond. Además de la práctica privada, Gayle ha enseñado derecho mercantil en la Universidad de Rhode Island y se desempeñó como juez testamentario en el Tribunal Testamentario de North Kingstown.
Cuenta que el equilibrio entre trabajo y familia que aprendió de sus padres incluía llevar a Amanda y a su hermana Allison a trabajar con ella durante toda su infancia. A pesar de haberse criado en un apartamento encima del despacho de su padre, Amanda señala: "Nunca quise ser abogada" Sus primeros intereses iban desde el ballet a las cuestiones medioambientales. Pero después de trabajar con una organización agrícola en Guatemala, se licenció en Derecho en la New England School of Law, tras haber obtenido antes una licenciatura en el Goucher College. Interesada desde el principio por el derecho internacional, Amanda pasó un semestre como asistente jurídica en el Tribunal Penal Internacional de La Haya (Países Bajos). Después regresó a Estados Unidos, donde dice: "Empecé a abrazar una vía más tradicional del Derecho" Se incorporó al bufete de su madre en 2011.
Gayle ha concentrado su práctica de más de 45 años en la planificación patrimonial. "Hoy en día, la gente está más sensibilizada con las donaciones benéficas, pero hay que abordarlo con cuidado y atención", reconoce.
"La idea de ser caritativo y devolver algo es algo que muchos aprendemos porque nuestros padres nos lo demuestran"
- Amanda Tarzwell
Amanda también trabaja mucho con los clientes en la planificación del patrimonio, y señala: "Es como armar un rompecabezas. Escucho ciertas cosas clave... si tienen hijos, sus intereses benéficos, cómo se mantienen sus activos"
Gayle, Amanda y Antonio también se concentran en derecho de necesidades especiales, un área en la que los tres tienen un interés personal, ya que la hermana de Amanda, de 35 años, tiene síndrome de Down. "Amanda y Antonio han desarrollado una gran práctica de necesidades especiales", dice orgullosa su madre. "Amanda puede empatizar con los clientes, aportar la perspectiva de un hermano y servir de recurso para las familias"
En su trabajo de planificación patrimonial, Gayle comenta: "Nos alegra contar con la Fundación como recurso. La Fundación aporta un toque personal y una presencia local que las firmas comerciales no tienen."
"La gente quiere tener una cara, un nombre, un número al que llamar. Y la Fundación tiene una buena reputación. La gente conoce la Fundación, pero no sabe necesariamente cómo encaja con sus objetivos", explica Amanda. "En esos casos, podemos servir de conducto entre nuestros clientes y la Fundación"
"Estamos encantados cuando la conexión funciona", concluye Gayle.