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Escritora Cubanoamericana de Providence gana $30,000 para escribir sobre la experiencia  de su familia inmigrante

Gina Rodríguez-Drix es una escritora cuyo arte se centra en el origen y la perseverancia que encontramos en las familias separadas por el mar, las sanciones y la ideología.

Una escritora Cubanoamericana de Providence recibió una beca de $30,000 dólares de la Fundación de Rhode Island para escribir sobre la experiencia de su familia.

Gina Rodríguez-Drix recibirá una de las becas más cuantiosas disponibles para autores en Estados Unidos. Fue seleccionada entre 189 solicitantes para las Becas Robert y Margaret MacColl Johnson de la Fundación.

Las becas permiten a los escritores concentrar su tiempo en el proceso creativo, centrarse en el desarrollo personal o profesional, ampliar su obra y explorar nuevas direcciones.

“Al brindarles a estos escritores la libertad financiera para desarrollar su arte, invertimos en su futuro y en un sector que crea los vínculos que nos unen como vecinos y como comunidad”, afirmó David N. Cicilline.

Hija de un refugiado cubano, Rodríguez-Drix ha viajado a Cuba varias veces para conectarse con su familia, incluso acompañando a su padre en su regreso después de 40 años de exilio en Estados Unidos.

“Al final, me encuentro escribiendo para redescubrir lo que se perdió, lo que nos quitaron y lo que  puede ser reimaginado en los vacíos de una comprensión mutua”, dijo ella.

“Hay magia en nuestra interconectividad, a pesar de las barreras lingüísticas y culturales, la dura realidad de las sanciones y la forma en que las decisiones gubernamentales se reflejan en nuestras relaciones. Las leyes se integran en nuestras llamadas telefónicas, cartas y cumpleaños”, ella dijo.

Rodríguez-Drix está escribiendo una novela y elige la ficción para explorar la experiencia de su familia en el éxodo del Mariel, que trajo a su padre a los Estados Unidos en 1980.

“Escribo sobre las formas en que esta comunidad específica de refugiados Cubanos ha luchado por reconectarse con sus familiares y  sus raíces”, explica ella.

La beca le permitirá a Rodríguez viajar para investigar su novela, incluyendo visitas a sitios declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, diversos archivos y conferencias sobre escritura. Además, afirma  que la beca apoyará su escritura con el regalo del tiempo.

“He trabajado diligentemente en este apasionante proyecto durante años”, dijo Rodríguez-Drix. “Esta es una oportunidad catalizadora, ya que me permitirá encontrar tiempo y espacio para escribir e investigar, y para completar esta historia que no me deja ir.”

Rodríguez-Drix es una administradora de arte con sede en Providence, cuya trayectoria abarca el sector cultural sin fines de lucro, el servicio público y la educación superior. Obtuvo una licenciatura en Estudios Africanos en la Universidad Brown.

Rodríguez-Drix es una de las tres escritoras que recibieron las Becas MacColl Johnson de la Fundación. Ella y otras dos escritoras fueron seleccionadas por un jurado de escritores y editores profesionales de otros estados. Los ganadores fueron seleccionados en función de la calidad de sus obras, su desarrollo artístico y su contribución creativa a su género, así como del potencial de esta beca para impulsar sus carreras como artistas emergentes o de una carrera artística de no mucho tiempo.

Los solicitantes debían ser residentes legales de Rhode Island. No eran elegibles los estudiantes de secundaria, ni universitarios matriculados en un programa que otorgara un título, ni los artistas con un alto nivel de trayectoria profesional.

Creadas en 2003, las Becas MacColl Johnson se otorgan por turnos entre compositores, escritores y artistas visuales durante un ciclo de tres años. La siguiente convocatoria se otorgará a artistas visuales. La solicitud estará disponible en el sitio web de la Fundación a partir del 1 de julio.

La Fundación de Rhode Island es la entidad financiadora más grande y completa de organizaciones sin fines de lucro en Rhode Island. Mediante liderazgo cívico, actividades de recaudación de fondos y concesión de subvenciones, junto con vecinos y colaboradores, la Fundación contribuye a un progreso duradero.